Para la realización de la limpieza de los conductos, se sectorizan por tramos de aproximadamente unos 10 metros (en base a la colocación de registros, según regula el nuevo RITE), a continuación los bloqueamos, mediante balones de barrera estanca, para evitar flujos de aire no deseados y poder garantizar la depresión necesaria.
Vamos avanzando la limpieza en el sentido del flujo del aire para evitar contaminaciones cruzadas y sellamos todas las rejillas y difusores.
Una vez preparado el sector a limpiar, colocamos el aspirador en un extremo e iremos introduciendo una sonda de cepillado en el extremo opuesto, según el tipo de conductos a higienizar se seguirán una serie de protocolos.
Proceso de Higienización y Limpieza
Detallamos a continuación el proceso con el objetivo de que todo el sistema quede perfectamente limpio e higienizado de manera que supere los niveles exigidos para su certificación.
El Director técnico del proyecto determinará el método de higienización a seguir en cada caso, evaluando las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos y evitando, en su caso, posibles daños estructurales de los sistemas. Primero, comprobará la existencia de registros en las conducciones y planificará, si fuera necesaria, la apertura de nuevos registros, que realizaremos según las especificaciones de la norma UNE-ENV 12097 y cuidando siempre que se cumplan los siguientes requisitos:
• Los nuevos registros instalados, serán normalizados CE, practicables y reutilizables.
• El sistema elegido para el corte, minimizará el riesgo de incendio.
• El corte en fibra de vidrio, no dejará restos de fibra sueltos.
• El material aislante externo de los conductos metálicos, no será.
Requisitos para una correcta Higienización de los conductos
El proceso de higienización se apoyará en cuatro conceptos fundamentales; aislamiento, depresión, velocidad de captura y filtración, el sistema de aspiración garantizará la retención de contaminantes y consecuente protección del ambiente interior, cumpliendo los siguientes requisitos: